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LEON NO ES FEROZ

Entra a mi barco, que cojo el timón y zarpamos

sábado, 20 de febrero de 2010

De bribones y filibusteros

Una de mis marinas.

Cuando miro los borreguitos en el mar, pienso en toda la gente que quiero.

Los marinos llaman "ir aterrado" a ir navegando cerca de la costa. Yo voy así muchas veces. A punto de zozobrar. Al límite. Cuando el temporal me da un respiro,aparece otra galerna en el horizonte.

El inmenso monstruo marino que tenemos que vencer lleva un nombre impronunciable. Es un bicho fuerte, agresivo, de una fiereza díficil de controlar. Tener un arpón para capturar la ballena te deja indefenso ante el océano de la vida.

Sé que hay trucos: Podemos ser Jonás e introducirnos en ella y vivir un sueño imposible, pero cálido dentro de sus fauces; mirar las cabrillas que se mueven juguetonas sobre las olas. O pronunciar las palabras mágicas, que abren el cofre lleno de doblones de oro:

" Botella de ron, goleta, pirata con pata de palo, filibustero, catalejo de bronce, grumete, mapa de una isla desconocida, brújula, tonel con manzanas, bribón, chalupa, conchas..."

Cuando se abra el cofre, hay que coger un puñado de monedas y lanazarlas al aire, algunas caerán sobre cubierta, otras sobre el mar infinito ! Cómo brillan al estrellarse contra el océano!

Todo esto hace que los monstruos marinos desaparezcan. En el horizonte aparece Moby Dick. Un chorro de agua sobre su cabeza es la señal. Nada malo va a suceder.

viernes, 5 de febrero de 2010

Repitiendo pisadas y quizás algún pensamiento...

Playa nevada: toda forma es la liberación de la tensión que la ha construido.




Para comprender el shock visual,sensual, espiritual de este milagro hay que pisar la playa, las dunas y mirar enfrente la extensión brutal y enorme de un mar que ruge. La nieve, que cruje ante mis pies, pienso en un iglú y en trineos...meses antes el desierto del sahára abrasaba mis talones. Estoy sobre una duna nevada, fugaz, cambiante...como esta nieve caprichosa e inesperada.
Andar por la playa o por un camino cualquiera es una forma de terapia. Mientras caminas, piensas. Pones en orden tus pensamientos.
Mi padre caminaba y cogía " chirlas" en su pañuelo. Coquinas en el sur. Finas almejas que se preparaban con un ligero sofrito de ajo y perejil. Con un puñadito de arroz. Cerrabas los ojos y te sabían a mar. Con mareas bajas cogíamos chirlas y "muergos" en esta playa. Navajas. En Santoña las pone muy ricas a la plancha. ! Qué ricos los muergos!!

Me contaba mi padre que mi abuelo Emilio, recorría todos lod días este largo arenal, le llamaban " Costalón". Volvía a cas con pulpos, jibiones o peces que el mar devolvía a la costa. Iba con un largo abrigo negro en invierno. Pescador y labrador. Hombre del pueblo. Encarcelado más de cinco años tras la posguerra, por ser de izquierdas...
No conocí a mi abuelo, que falleció en 1956, pero cuando paseo por la playa me imagino que en mis pisadas, quizás en algún pensamiento, en algún gen, gesto...quede algo de ese hombre que luchó por un idealismo, por unos derechos, que no llegó a conocer. Tras su dura coraza exterior, había un hombre solidario, siempre con una mano que tender...pese a perder su libertad, a su mujer, a varios de sus hijos...le quedó su dignidad,su honor, su playa...sus pensamientos. Sé que mi padre que nunca lloraba, no pudo reprimir las lágrimas ante su muerte.
Cuando camino sola, por esta playa, me dejo llevar, a veces pienso, en mi padre, en mi abuelo, que ya no están! qué díficil seguir su estela! ! ! Ser valiente, digno, honrado!
Intento caminar a mi paso, la frente alta, una sonrisa, la flor en el pecho. Hija y nieta de Emilio Rentería. Y ahora, sin miedo a las palabras. Ni a la verdad. Sin miedo.