Amarillo pollito

Decía Vazquez Montalbán que en un buen sofrito estaba la base de un buen guiso. Y ahí estoy yo como Carvalho metida en harinas, con el delantalucu y picando cebolla a mansalva. Volviendo a sacar las 1080 recetas de Simone Ortega y releyendo a Pla, que le gustaba mucho el buen paladar. Creo que este año no voy a broncearme. La cocina necesita mucho tiempo y cariño. He decidido que mi cocina sea el centro base y neurálgico de este tórrido verano. Cebollas, ajos, libros, alguna maceta con perejil y albahaca, una copa de un buen reserva para saborear mientras vigilo el guiso, algún cuaderno y un delantal amarillo pollito. Fruta fresca y vino fresco y que venga un amigo de vez en cuando, en el momento preciso. Con arena en los pies, la toalla mojada y mucha hambre y sed. Y mucha alegría. Que no falte.